Pensábamos que en la aviación todo estaba inventado. De hecho, la forma actual del avión empezó a aplicarse entre la década de los 30 y 40 y no ha cambiado sustancialmente. Lo que ha cambiado es la tecnología de motores, materiales del fuselaje y control electrónico del avión. Todo eso ha permitido realizar vuelos más largos, seguros, rápidos y baratos. Ahora los esfuerzos de investigación están dirigidos a la eficiencia energética, es decir, que el avión haga más kilómetros con menos litros de queroseno y más pasajeros.
Intentando dar una respuesta a estas necesidades, Festo nos presentó sus nuevas maneras de volar, y una de esas propuestas fue el AirPenguin.
El AirPenguin se eleva gracias a un tanque de helio y unos servomotores controlan el movimiento del artilugio en el aire. Además, estos servomotores se alimentan tan solo con una pila de 4,5v.
El problema de estos prototipos es que todavía no se ha hallado una manera viable de transportar pasajeros. No obstante, desde la empresa aseguran que su intención no es fabricar aviones, sino allanar el camino para cuando las constructoras decidan apostar por nuevas formas de volar.
Acompañando al AirPenguin, Festo también presentó el AirJelly y el AirRay, con inspiración en una medusa y en una raya respectivamente.
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