Ayer comenté en la Red del Pajarito la conversación con un antiguo alumno que trabaja dando asistencia técnica a industrias manufactureras del norte de España.
Como las palabras se las lleva el viento, y los tuits también, voy a dejar aquí la reflexión de este ingeniero respecto a mis consultas tras ver el revuelo que causó con algunos usuarios de Twitter. Concretamente, le pregunté si las industrias que él visitaba se estaban robotizando o no. Y él me dijo 'en todo caso, yo diría que se están desrobotizando'. Y paso a explicar este fenómeno:
Para simplificar el relato, llamémosle Igor al protagonista de la historia. El tipo de máquinas a las que asiste este chico, son máquinas de corte de chapa, plegado, punzado, etc. Se trata de un tipo de operaciones de escasa precisión y bajo valor añadido. En definitiva, las fábricas que ofrecen este servicio tienen que ser competitivos en coste y entregar los pedidos rápido. La precisión de estas operaciones es de décimas de milímetro o de ángulo. Estas empresas, en muchas ocasiones, suelen ser proveedores de otros fabricantes o ensambladores finales.
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La razón fundamental para que los robots no sean viables en este tipo de industria es que las tiradas de piezas a realizar normalmente son cortas, y que se necesita ser muy flexible. De un día a otro te puede llamar un cliente importante y decirte: 'para mañana me tienes que hacer 100 cabinas de ascensor'. Con lo cual, el proveedor normalmente tiene que interrumpir su producción, y poner a hacer una operación distinta a su línea de producción.
Reprogramar un robot es costoso, lleva 1h y se requiere cierto nivel de cualificación. En cambio, hacer que un operario cambie de operación es sencillo, barato, y no se requiere que tenga mucha experiencia ni cualificación, según Igor.
Pero la clave fundamental para que la implantación de este tipo de robots tenga éxito es sobre todo que se fabrique lotes grandes. En otro sector totalmente distinto, el de alimentación, Igor mencionaba que la automatización es muy alta, ya que ahí la producción apenas varía.
Una vez reposada la información, me surge una duda: ¿a qué le llamaría mi interlocutor exactamente desrobotizar? ¿A devolver robots a sus proveedores? ¿O a no emplear todas las capacidades de una máquina para hacer las operaciones, y optar por hacerlas manuales?
¿Dónde queda la conectividad y la inteligencia artificial? No soy portador de malas noticias: sí que existe y tiene presencia cada vez mayor en las industrias. Cada vez las máquinas están más conectadas a su alrededor. Por otro lado, la matriz japonesa que vende las máquinas de corte de las que estoy hablando, monitoriza estos aparatos remotamente a sus clientes, de manera que puede predecir gracias a múltiples sensores cuándo se va a romper algún elemento del ingenio.
Sin embargo, un punto preocupante es que este tipo de producción de operaciones de corte-doblado de chapa... no es de valor añadido, ni representa un producto propio con una barrera de mercado alta. Eso deja en una situación más indefensa a cualquier empresa. En otra conversación de Twitter, me comentaban que en nuestro país una grandísima parte del trabajo es de body-shipping (es decir, A subcontrata a B, que a su vez, subcontrata a C). Según mi antiguo alumno, las empresas que tienen un producto propio, pueden controlar su stock, sus tiradas, tiempos, etc, y entonces, pueden automatizar sus líneas. Y automatizando, logran mayor competitividad respecto a la competencia.
Por lo tanto, esto vuelve a demostrar que un mercado o una tecnología no se impondrá por imperativo legal ni porque suene mucho en los periódicos. Sino que las leyes, el talento, las empresas y el mercado tienen que ser propicios.
¿Qué pensáis vosotros de todo esto? ¿Qué experiencia habéis tenido con la (des)robotización?