Blog de robótica e inteligencia artificial

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5/09/2020

A vueltas con el confinamiento y las vidas digitales

Me ha sido inevitable pensar las consecuencias, sensaciones, pensamientos e incluso cambios de opiniones que puede haber sufrido la sociedad durante el confinamiento que aún estamos viviendo, pero poco a poco va aflojando. Particularmente, le doy vueltas a cómo intenta la gente sobrellevar la soledad, el manejo de los nervios, el aburrimiento, el contacto con el exterior. Es de perogrullo afirmar que cada situación es distinta una de otra, y no es lo mismo vivir acompañado, solo, en un piso grande, con gente a cargo, o con la gente a cargo de ti.

No me gusta nada y no le veo sentido a hablar de que saldremos mejores personas, que esto cambiará totalmente nuestros hábitos, o que en el fin de la cuarentena se dispararán los divorcios. El futuro, aunque pueda estar condicionado por fuerzas poderosas, está por escribir.

En mi caso, echo la vista atrás, y veo que no comencé la cuarentena tal y como la voy a acabar. Si bien al principio me dediqué a desgastar los mandos de una videoconsola y a ver una serie de televisión compulsivamente, ese sentimiento del principio, donde aún pensábamos que quizás saldríamos para el 30 de marzo en España, quizás dio paso a estrategias que para mi gusto eran de más largo plazo. Y me dediqué a tener una cierta disciplina de horarios, una buena carga de trabajo, muchas lecturas, conversaciones de teléfono y cierto ejercicio físico. No descubro nada, y si tenéis alguna duda, grandes profesionales como @CorioPsi han publicado recomendaciones mucho mejores que las mías estos días.

Fuente

En estos temas estaba pensando, cuando me he encontrado la no-sorprendente noticia de que Whatsapp dispara su uso durante la cuarentena, o que la aplicación de citas, Tinder, ha batido el record de 'deslizamientos'. Y no puedo dejar de pensar en las necesarias dosis de dopamina en base a notificaciones de móvil que habrá tenido que recibir mucha gente estas semanas. Notificaciones para sentir que hay alguien al otro lado, para sentir una novedad en su existencia, y para interpretar que la vida avanza en forma de contar el número de notificaciones recibidas. Un círculo totalmente vicioso, ya que a mayor gusto por las notificaciones y esas campanillas digitales, cada vez nos sentimos con más ansiedad, dependientes y dormimos peor.





Parece que la generación de dopamina se haya convertido en el objetivo de la vida y un objeto de culto sorprendentemente muy tatuado por el mundo. Algo que se puede conseguir instalando ciertas apps, o entrando en distintos círculos de amistades online, que pueden crear el suficiente número de ruiditos y lucecitas como para que sientas que la vida no para durante la cuarentena. Hace ya unos años que Sean Parker, uno de los fundadores de Facebook, anunció en una conferencia que Facebook es un imperio que busca distraerte y darte chutes de esta molécula. Objetivo que a otros altos directivos les hacía sentir profundamente culpables del daño causado en la población, cuyo juego entre excitación, fotos, ruidos y móviles se explica magníficamente en este reportaje.


¿Cómo creéis que hubiera sido el confinamiento 15 años antes? Por mucho que haya quien bendiga y ensalce a la tecnología actual, estoy seguro que hace 15 años hubiéramos pasado el confinamiento diferente, pero no por ello peor. Me imagino a la familia reunida en torno a la televisión mucho más, haciendo juegos de mesa, usando mucho más el teléfono fijo que ahora, probablemente llamando a menos gente, y comprando asiduamente la prensa.

Estos días, muchas personas comentan que Internet y los dispositivos móviles les están 'salvando la vida'. No creo que llegue a tanto, ya que la vida la salvan otro tipo de personas, pero estoy seguro que la tecnología actual ha permitido desarrollar mucho más teletrabajo, realizar gestiones telemáticamente y estar informado sin necesidad de comprar el periódico. Quizás me equivoque. Pero sigue siendo la creación y reconstrucción de una nueva vida, monotonía y objetivos, tal y como rezaba Zygmunt Bauman en el Arte de la Vida.
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12/31/2019

La necesidad humana de predecir

Un aviso para los confiados y una esperanza para los agoreros: es muy difícil que las predicciones salgan tal y como las tenéis planeadas. Y en esa línea va este artículo, que se publicó originalmente en la Revista Dyna de Ingeniería, prestigiosa revista de investigación en España. El artículo es una ampliación de uno que escribí en el blog hace unos días.



Ahora que llegamos al fin de 2019, quizás sea una buena ocasión de comprobar las predicciones recientes sobre tecnología, y particularmente, inteligencia artificial, realizadas para este año.

Pongámoslo fácil, y cojamos como ejemplo predicciones de hace 12 meses. Por ejemplo, las de un gran medio de comunicación español:

1- La vergüenza que íbamos a experimentar por usar el móvil y otras tecnologías en lugares públicos
2- La proliferación de rostros digitales artificiales
3- Facebook, menos anuncios y más criptomonedas
4- Un año de salidas a Bolsa
5- Instagram aspira a ser un centro de compras
6- Seguiremos oyendo hablar de Rusia

Para mí, las predicciones que más se acercan a la realidad son la 2) y la 6). A mi parecer, la clave del acierto de estas predicciones es la ambigüedad de ellas, y el empleo de palabras grandes, sin demasiada concreción.

A nuestra especie de homínidos le apasiona las predicciones sobre el futuro desde el Principio de los Tiempos. Desde las pinturas rupestres, pasando por la interpretación de sueños del faraón, hasta las predicciones del pulpo Paul. La predicción es uno de los placeres de la vida, según dicen.




Isaac Asimov, en un artículo escrito en 1983 para el periódico Toronto Star, escribió sus predicciones sobre la tecnología y la sociedad para el año 2019. Acertó en una buena parte de ellas, y falló en otras. Ha sido uno de los escritores de ciencia-ficción que más se ha acercado a nuestra realidad actual, y se le encumbra por ello. ¿Acaso no es suficiente con las brillantes historias que dejó tras su paso por el mundo? ¿Este acierto es una casualidad, es una genialidad o es un gran razonamiento? Qué más da.

A comienzos de los 80, Philip Tetlock, el famoso investigador autor de Superforecasting, llevó a cabo una competición en la cual puso a prueba 28.000 predicciones concretas realizadas por 284 expertos a lo largo de 20 años. Sus conclusiones fueron rotundas: los aciertos poco origen tenían más allá del azar, y a menudo una simple extrapolación temporal es más acertada que una predicción sesuda.

En los últimos años, el crecimiento de la inteligencia artificial, la robótica y otras disciplinas que tanto afectarían a nuestra vida cotidiana, han suscitado multitud de predicciones. No vale cualquiera, claro. Se buscan opiniones de expertos. Tanto es así, que la investigación científica se puso seria, y un conocido artículo científico [1] desmitifica esta capacidad de predicción sobre las máquinas y nuestro futuro. Además, dice algo que desmonta cualquier programa de tertulianos en televisión. Y es que las opiniones de expertos difieren muy poco de las no-expertas y un poco informadas.

Uno de los grandes fallos en la historia es precisamente el taller de verano para investigadores en Dartmouth, en 1956, el cual se considera el evento inaugural de inteligencia artificial como campo. En él se reunieron gente de muy amplia experiencia en computación, lenguaje, filosofía o matemáticas. Y el anuncio de este acontecimiento rezaba así:  

Proponemos durante el verano de 1956 en la Universidad de Dartmouth, un taller de 2 meses de duración y 10 investigadores. Su fin será estudiar todos los aspectos del aprendizaje que pueda ser detallado y parametrizado, de manera que una máquina lo pueda simular […].

Consideramos una y otra vez la existencia del Demonio de Laplace, esa figura determinística, que defiende que debemos considerar el estado presente del universo como el efecto del estado anterior y como la causa del estado que le sigue. Como si nuestro futuro fuera perfectamente lineal. Pero la historia ha demostrado que el futuro es a veces ilógico, y a veces ese orden salta por los aires sin avisar, tal y como explicó Nicholas Taleb en su obra El Cisne Negro.
Nos apasiona predecir. Quizás nos produzca una sensación de seguridad personal. Quizás nos atemoriza el futuro desconocido. Quizás no haya expertos en el futuro, y simplemente expertos en el presente.



REFERENCIA
[1] Armstrong, S., Sotala, K., & Ó hÉigeartaigh, S. S. (2014). The errors, insights and lessons of famous AI predictions–and what they mean for the future. Journal of Experimental & Theoretical Artificial Intelligence, 26(3), 317-342.
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1/06/2018

Sobre la robotización y la renta básica universal

La renta básica universal (RBU) es un concepto que en mi opinión, cada vez será un concepto de más actualidad, y preveo que en unos pocos años se sucederán debates sobre su idoneidad más frecuentemente que ahora. ¿Y qué hago yo hablando de todo esto? Porque en cierta manera, sí que está relacionada con la robotización, la pérdida de empleos, el envejecimiento de la población, y otros factores, y se ha propuesto como posible solución.

Por centrar un poco el tiro, hablaremos de RBU cuando un Estado pague a todos sus cuidadanos una cantidad de dinero mínima. Es importante lo de "a todos", ya que no se distinguirían entre parados, jubilados, trabajadores, inmigrantes, etc. Simplemente, por ser ciudadano de cierto país, tienes una cantidad de dinero todos los meses en tu cuenta. Sin embargo, no sería una cantidad tan grande como para hacerte rico, sino que permitiría cubrir las necesidades básicas indispensables y que te asegurase un techo, comida, etc. A cambio de esta ayuda, desaparecerían todo el resto de ayudas complementarias, como prestación por desempleo, pensiones, ayuda para vivienda, etc. 

Hay bastante polémica sobre la viabilidad de la implementación de esta ayuda. Aquí, un botón: artículo 1, 2, 3, 4 o 5. En España, se estima que la asignación por habitante estaría entre los 400 y 550€. Ya el partido político Podemos ya la propuso para unas recientes elecciones. En general, lo que se propone para financiar esta medida es subir el IRPF, de manera que tendríamos que dar una parte más amplia de nuestro sueldo a impuestos para financiar esta medida. 

Pero no son los únicos que lo proponen: Klaus Schwab, famoso fundador del World Economic Forum y organizador del Foro de Davos, la defiende públicamente, así como Mark Zückerberg, Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates o Pierre Omidyar. Los argumentos principales que esgrimen son los siguientes:
mucha gente se va a quedar sin interés para el mercado debido a la robotización. A este sector normalmente se le llama white collar, y a pesar de que encuentren nuevos empleos, en un corto plazo de tiempo van a volver a ser sustituidos por máquinas. Por eso, la RBU permitiría que cubriesen sus necesidades mínimas mientras se reciclan para otro tipo de puestos de trabajo.Incluso la RBU podría permitir que mucha más gente se aventurase a crear proyectos empresariales, ya que no se arruinaría.

Por otro lado, la sociedad está envejeciendo y la tasa de natalidad bajando. Por ello, la RBU podría hacer que las familias se decantasen por formar una familia, o que incluso hubiera gente dedicada a cuidar no solo de sus mayores, sino de los mayores de otras familias.

Los motivos estos están mucho más extendidos en el libro The rise of the robots (Martin Ford)

De hecho, ya en marzo de 2016, en Suiza se votó en referéndum si los ciudadanos querían o no una RBU de 2.250€, y básicamente, alegaban que eso permitiria resistir a la robotización del país. Pero el resultado fue mayoritariamente de rechazo, y en consecuencia hubo varias manifestaciones. ¿Si tan buena idea, por qué se rechazó? Según Julen Bollain, los partidos políticos, los mass media y los agentes sociales estaban en contra. Aquí tenéis los resultados por regiones. 



Para implementar un sistema de RBU y saber cómo funcionaria, lo mejor es realizar experimentos previos con una muestra de la población de esa región para ver el comportamiento social, financiero y laboral de las personas, y eso es lo que se ha hecho en el mundo en distintas partes (Uganda, India, Kenya, Canada, y actualmente se lleva a cabo en Finlandia y Estados Unidos). Los componentes culturales, de panorama laboral, de macroeconomía o educación de cada país pueden ser claves para que cambien los resultados del experimento de un sitio a otro. Hay un sector importante de la población que piensa que una RBU haría a sus ciudadanos muy perezosos, y sin ánimo de buscar empleo.

A finales de 2018 se publicarán los primeros resultados de Finlandia, los cuales son muy esperados por tratarse de un país desarrollado (los de Canadá ocurrieron en los 70). Sin embargo, a mi parecer estos resultados no van a ser relevantes. En Finlandia se les ha asignado una ayuda a 2.000 personas desempleadas, y para mí esa es el principal fallo del experimento. Tenéis más información sobre el fallo en cuestión aquí. Eso no es una RBU (Universal), sino que está condicionado a estar desempleado. Eso más bien se denomina una renta garantizada, y de ese tipo de ayudas, la mayoría de países de Europa tienen una amplia experiencia. Lo que diferencia a renta garantizada de universal significa que la recibe cierto sector de la población (normalmente, carente de recursos) y que habitualmente es complementaria a otro tipo de ayudas públicas, como la de la acceso a vivienda.

Es crucial entender qué buscamos con la RBU o cualquier ayuda social. ¿Es igualdad entre la población, o cubrir las necesidades esenciales de todo el mundo, o que los ricos financien a los pobres...? La premisa que se persiga en cada estado definirá por completo otros condicionantes de la ayuda. 

No puedo meterme en demasiados detalles, ya que no es mi ámbito, pero según Joseba Zalakain, director de un centro de estudios sociales en Donostia una RBU es innecesaria si se logra diseñar una renta garantizada que ayude a la población objetivo, o genere el efecto que necesita un país. Como ejemplo, ponía distintos tipos de alternativas a la RBU, como una ayuda desde el nacimiento hasta los 18 años por hijo (como lo hace Alemania), o una garantía legal de condiciones laborales, o ayudas complementarias si no se llega a cierto poder adquisitivo, etc. Por ejemplo, en ayudas por hijo, se llevan realizando en Europa desde hace tiempo, pero en esto conviene que recordemos que lo mejor no suele ser dar la mayor cuantía de ayuda, sino que un país sea capaz de llegar a toda la gente que se ha planteado como objetivo.

Es decir, la RBU actualmente puede parecer la mejor solución para arreglar muchos problemas próximos, pero eso se puede deber simplemente a que todavía no se conocen exactamente los problemas de esta ayuda por no haber sido implementada antes en la mayor parte del mundo. Y no, a pesar de que se esgrima a Thomas Hayek habitualmente como baluarte del liberalismo y defensor de la RBU, no lo fue así.
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10/26/2017

Desmontando los grandes hitos de la inteligencia artificial

Es posible que los lectores de este humilde blog hayan leído este mes el nuevo avance de Google: AlphaGo Zero. Este algoritmo es la evolución del programa que se hizo famosa por ganar en 2016 en el juego Go a campeones mundiales. Básicamente, los titulares que me he encontrado son poco sugerentes de la realidad, o tientan a crear cierto alarmismo en torno a esta disciplina.






Y así en más sitios web. 

¿Qué se ha conseguido en la realidad? Las versiones previa de AlphaGo, denominadas AlphaGo Master y AlphaGo Lee, aprendían a jugar a Go observando jugar a grandes jugadores profesionales y a amateurs. Ahora, en octubre 2017, el paso que se ha dado es que AlphaGo Zero no necesita ver esas partidas para aprender, sino que haciendo él mismo movimientos aleatorios, termina descubriendo cuál es la mejor estrategia para ganar un juego bajo una gran abánico de posibilidades y situaciones de partida.

Es decir, la grabación de los datos hasta ahora la hacían unos humanos, y ahora simplemente se ha demostrado que no hace falta ese input, sino que con redes neuronales suficientemente grandes, AlphaGo puede jugar 30 millones de partida contra sí mismo y descubrir cuáles son las mejores jugadas. Para esto, se emplea el aprendizaje por refuerzo, donde el refuerzo positivo lo dan las estrategias de Go que llevan a la victoria. 

Es decir, a pesar de que a este acontecimiento se le ha dado más bombo y platillo del que yo hubiera atribuido, AlphaGo Zero no es más que el mismo programa anterior, pero con mayor potencia de cálculo. El artículo de @emulenews al respecto lo deja también bastante claro.

Y me gustaría llamar la atención sobre estos avances que se anuncian con más grandilocuencia de lo que realmente aportan. Desde hace décadas, los algoritmos de la inteligencia artificial no han variado mucho. Fue el gran Geoffrey Hinton en 1986 cuando desarrolló el gran avance para el aprendizaje profundo

Los algoritmos que Google o Facebook emplean ahora tienen su base ahí. Son eso, algortimos, y consiguen victorias aparentemente más importantes, entre otras cosas porque hay más investigadores que emplean deep learning y porque ha mejorado muchísimo la capacidad de computación de las máquinas.

Los algoritmos actuales manejan datos, y dicho rápido y mal, da lo mismo que los datos los obtenga viendo a humanos jugar partidas, que probando a hacer movimientos por sí mismo. Además, muchos de los pasos que se dan son por prueba y error: tienes unos datos, y pruebas un algoritmo. ¿No funciona? Prueba con otro algoritmo. Y así, hasta que tengas un titular de periódico.

¿Otro ejemplo? Este: la IA aprende a distinguir voces dentro de una conversación. De nuevo, alguien puede pensar que la IA es como un bebé, que a medida que desarrolla sus sentidos, entiende a sus dos padres, aunque le hablen a la vez haciéndole carantoñas. Y no, no se parece en nada a esto. 

Imaginaos que tenéis un archivo de audio lo suficientemente grande: aplicando distintos filtros y búsqueda de patrones (aislar tonos, juntar timbres, un poco de procesamiento de lenguaje natural...) una empresa con suficientes recursos sería capaz de conseguirlo con suficiente tiempo.

Todavía tiene que avanzar bastante la parte matemática de la inteligencia artificial para lograr los siguientes grandes hitos. Y resolver esa parte matemática, implica resolver cuestiones como las que planteé aquí. Hasta entonces, y quizás más tarde, podéis estar seguros de que no tendremos nada medio parecido a Terminator.


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10/17/2017

Evidencias del impacto de la Inteligencia Artificial en la sociedad

El pasado julio, el Parlamento Británico convocó a cualquier persona a aportar su opinión sobre evidencias del impacto de la inteligencia artificial en la sociedad, y sus directrices de regulación. Esta información era recibida por el comité científico sobre IA de dicha institución para su lectura y análisis. Aquí podéis encontrar la convocatoria correspondiente.

Las public calls de este tipo son habituales, y pueden ser de distintas disciplinas y aspectos de la sociedad, tal y como se demuestra en la lista de las últimas convocatorias.


Para el caso que nos ocupa, estas son las propuestas aceptadas, y en esta ocasión, la mía también ha sido admitida. Y es su contenido lo que trataré brevemente en este artículo.





Básicamente, enfaticé mi preocupación y necesidad de regulación hacia tres aspectos muy concretos:

1) La caja negra de los algoritmos y el uso de datos para uso discriminatorio.

2) El panóptico digital.

3) Los hackeos sobre sistemas inteligentes.


1) La caja negra de los algoritmos y el uso de datos para uso discriminatorio

Si pensamos en el momento en el que somos candidatos para una oferta de trabajo, está socialmente aceptado que el responsable de esa empresa nos diga que no somos aptos, sin profundizar demasiado en los detalles que le han llevado a esa decisión. O cuando solicitamos un préstamo a un banco, y nos lo deniegan. Recibimos contestaciones del tipo "el equipo de riesgos no lo ha considerado oportuno", sin entrar en detalle de qué es lo que exactamente ha declinado la balanza en nuestra contra. 

No es aceptable este nivel de ambigüedad en los sistemas inteligentes que pasen a formar parte de nuestras vidas. Si fuera un robot el que elige el ganador en el proceso de selección de un puesto de trabajo, es altamente exigible conocer en qué aspectos se ha fijado, y lo mismo si decidiera sobre nuestro préstamo financiero. En el caso de no ser transparente en la política de decisión de estos sistemas, corremos el riesgo como sociedad de ver atropellados nuestros derechos más básicos, y ser rechazados por nuestra orientación sexual, procedencia, trabajo, u otro aspecto. El término blackbox no es una excusa para todo para no revelar el funcionamiento más general de una máquina que toma decisiones.

Si un mismo sistema inteligente dice que no podemos optar a un préstamo en un banco X, ¿cómo sabemos que tampoco nos permitirá obtenerlo en el banco Y?

Además, este tipo de máquinas inteligentes pueden llegar a hacer diagnósticos médicos, recomendar tratamientos o conducir por nosotros, y por lo tanto, una transparencia sobre los criterios que usa es imprescindible.

El secreto industrial lleva existiendo desde hace mucho tiempo entre nosotros, y a pesar de que hay máquinas totalmente integradas en nuestra vida, como aviones y coches, que no revelan totalmente todo el código que emplean (véase, Dieselgate) sí que hay tests en la industria perfectamente estandarizados para comprobar cómo funcionan esas máquinas bajo una gran variedad de situaciones de funcionamiento. Algo así podría ser aplicable y exigible legalmente para sistemas inteligentes que tengan poder sobre nuestra vida. En este caso, estoy pensando que el algoritmo de recomendación de canciones de Spotify no toma este tipo de decisiones transcendentales, por ejemplo.


2) El panóptico digital
Creo que este aspecto es, de los tres que presenté, el menos tratado en la bibliografía y opinión pública. El panóptico es una idea creada por el filósofo Jeremy Bentham al final del siglo XVIII. El concepto intenta explicar cómo se altera el comportamiento de una sociedad o un colectivo cuando se siente observado. Imaginaos que tuvieráis cámaras en vuestra casa. ¿Os comportaríais de la misma manera?

Los sistemas de control de producción en fábricas son bastante recientes. Se encargan de detectar ritmo de producción, piezas defectuosas, tiempos muertos, etc. Actualmente se habla de fábricas inteligentes, donde muchos brazos robóticos y sensores controlan la producción de toda la fábrica. Ya no hace falta un supervisor que vigile si un equipo de trabajadores se emplea a fondo o no. Basta con sensores, y con aumentar el ritmo al que trabajan los robots y distintos automatismos, tal y como se refleja en la recomendable película Tiempos modernos

Me parece que la inteligencia artificial da un gran salto en esta vigilancia, ya que pone a disposición de los responsables una serie de herramientas y tratamiento de datos masivos muy avanzado. Ahora parece mucho más fácil detectar ineficiencias de trabajadores, o quién es el "manazas" que más piezas estropea, o dónde exactamente se pierde ritmo de producción. 

El panóptico de Bentham defendía que este tipo de vigilancia lleva a una especie de alienación de la gente, y es lo que habría que tener en cuenta para la incorporación de la IA a las fábricas. Creo que en lugar de emplear la información del tratamiento de datos para expulsar a los empleados, se puede usar e incentivar una formación más personalizada, y una adaptación de la disciplina de Prevención de Riesgos Laborales a este nuevo marco tecnológico.


3) Los hackeos sobre sistemas inteligentes
Este punto está relacionado con el primero de mi exposición. El aprendizaje máquina adverso (adversarial machine learning) es una rama de la ciberseguridad que estudia la alteración de señales para el engaño de sistemas inteligentes. Estas señales pueden ser imágenes, texto o audio, y la existencia de este fenómeno fue descubierto a finales de 2010. 

Actualmente, se conocen distintas técnicas de manipulación de imágenes que engañan a cámaras o sistemas inteligentes. Por ejemplo, que alguien con unas gafas de sol con lentes coloreadas no sea identificado, o la alteración pequeña de señales de tráfico para que el coche autónomo no reconozca o confunda la indicación de tráfico. Lo preocupante es que muchos de estos cambios visuales no son percibibles por el ojo humano. En este artículo se muestran algunas alteraciones que cambian totalmente la interpretación de las máquinas.


¿Qué os parecen estas amenazas? ¿Añadiríais alguna más?
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7/30/2017

Colaboración en Next_Ciencia: Musk vs Zuckerberg: ¿quién teme al robot feroz?

Esta semana colaboro con @Next_Ciencia, la sección científica de Vozpópuli a cargo del gran @aberron. Por cierto, si no le seguís ya: ¡hacedlo, insensatos!
El enlace original es este, y a continuación os dejo una copia del artículo. Gracias a los lectores, ¡y buen domingo! 

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En los últimos días dos grandes gurús de las nuevas tecnologías han intercambiado algunos zarpazos a propósito de sus diferentes visiones sobre la Inteligencia Artificial (IA). Elon Musk, creador de PayPal o Tesla Motors, se ha manifestado partidario de regular la IA y está convencido de que puede ser la mayor amenaza para la humanidad, mientras que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, cree que se trata de una actitud irresponsable y que las predicciones apocalípticas de Musk lo único que consiguen es frenar el desarrollo y la profundización en esta disciplina. Como respuesta, Musk aseguró en Twitter que la comprensión de Zuckerberg de la IA es “limitada”.
No es la primera vez que Elon Musk declara públicamente su preocupación por la IA. Ya en 2015 más de 1000 investigadores prestigiosos firmaron una carta abierta pidiendo a la ONU que prohibiese las armas militares basadas en IA. Y en cierto modo sí, es verdad, la IA está clasificada como uno de los riesgos a los que se enfrenta la población mundial. Concretamente, por las instituciones Global Challenges Foundation y World Economic Forum, y se equipara a esta tecnología a la llegada de asteroides o a la amenaza nuclear.

Sin embargo, como apunta el experto en robótica Rodney Brooks, es posible que sea el propio Musk el que tenga una visión limitada y distorsionada de la Inteligencia Artificial y el que está confundiendo los hechos. Veamos por qué.

En primer lugar, conviene aclarar el miedo de los investigadores que firmaron la famosa carta no se refiere a que una hipotética carrera militar culmine con la creación de una especie de Terminator que se vuelva en contra de la raza humana. A día de hoy, la IA está muy lejos de esos términos de volverse en contra de sus creadores y hay amenazas más apremiantes para el planeta como la guerra nuclear o el cambio climático. ¿Entonces a qué tienen miedo los firmantes de la declaración? Lo que estrictamente solicitaban en la carta abierta era que se asegure que los sistemas (robots o software) dotados con inteligencia, hagan lo que está estrictamente programado para hacer y no otra cosa inesperada. Para solucionar esto, se podría imponer que los aparatos dotados con IA tengan un código abierto, o que sean revisados por una entidad independiente u otras posibilidades. Esto no es tan fácil ni siquiera hoy en día, y si no, invito a los lectores a recordar el famoso Dieselgate de Volkswagen.

Para entenderlo, pensemos en algo más realista que en el manido Terminator: pongamos que popularizamos exoesqueletos con inteligencia artificial para ayudar a las personas mayores en sus tareas físicas diarias. Si la persona está bajando por las escaleras, y por alguna razón, requiere a los motores del exoesqueleto que desarrollen un par de fuerza que los podría quemar, ¿no nos tendríamos que asegurar que ese aparato decida siempre ejercer esa potencia y priorizar a la persona? Decirlo es fácil, pero implementarlo y certificarlo no lo es tanto.
Es decir, antes que imaginarnos historias de ciencia ficción, hay que atender a detalles más concretos y realistas. Además, como señala Brooks, las personas que tienen esta visión amenazadora de la IA suelen ser gente que no trabaja en IA, y se refiere explícitamente a las advertencias hechas por Stephen Hawking o Martin Rees. “Los que trabajamos en Inteligencia Artificial sabemos lo difícil que es conseguir que algo realmente funcione a nivel de producto”. Y aquí es donde llama la atención que Elon Musk tire piedras sobre su propio tejado, ya que él mismo está implantando Inteligencia Artificial en sus vehículos, y hace declaraciones como los que no confían en sus coches autónomos “están matando a gente” o asegura que estos modelos son dos veces más seguros. También su empresa Paypal se vale de inteligencia artificial para detectar el fraude, de modo que sembrar la duda sobre las posibilidades de esta tecnología es terreno pantanoso para él mismo.

Pero no todo van a ser palos para él. El fundador de Facebook también se equivocó en enero de 2016 afirmando que no hace falta temer a la IA. Y ese extremo tampoco es cierto. Una persona que sabe muy bien de qué va la cosa es Demis Hassabis, cofundador de DeepMind: a día de hoy, una de las empresas que más está avanzando en la IA. De hecho, sus declaraciones pueden responder tanto a Zuckerberg como Musk, ya que afirma que “estamos aún a décadas o siglos de conseguir una inteligencia artificial parecida a la humana”, “ahora mismo estamos practicando con pequeños juegos”, “pero eso no significa que no haya razones para no ser cautos”. Además, es muy optimista frente al futuro de esta tecnología, ya que está ayudando a optimizar procesos de empresas, a incrementar beneficios, a hacer mejores diagnósticos médicos, detectar fraudes y reducir los accidentes de tráfico.
Uno de los errores que puede estar cometiendo Musk y los apocalípticos es creer que tenemos un control mayor de la IA del que realmente tenemos. En este sentido Brooks recuerda que los creadores del admirado AlphaGo, el potente Google DeepMind que venció al campeón de Go, admitieron recientemente que todo podría haber salido espantosamente mal en su desafío. Y tampoco debemos perder de vista que la IA no es un ente autónomo que ha cobrado conciencia como Skynet, sino una combinación de tecnologías que los humanos están probando y que dependen fundamentalmente de nosotros.

Por el momento, algunos de los robots más avanzados siguen siendo copias bastante precarias de los autómatas que hemos visto en las películas de ciencia ficción y están a años luz de los replicantes. Observando la dificultad que aun existe para definir tareas tan sencillas como correr o parar un penalti no parece que máquinas estén muy preparadas aún para conquistar el mundo con sus movimientos.



El mejor resumen del estado de la s cosas se recoge en la primera frase del Informe de los 100 años de la IA elaborado por prestigiosos investigadores en este ámbito:

El retrato terrorífico y futurist de la Inteligencia Artificial que domina las películas y las novelas, y moldea la imaginación popular, es ficticio. En realidad la IA está cambiando ya nuestras vidas diarias, casi siempre de maneras en que mejoran la salud humana, nuestra salud y la productividad.

En este informe se realizan recomendaciones sobre la regulación de esta disciplina de cara a 2030. Y esto tiene que quedar claro: conviene estudiar ahora las medidas a adoptar, antes de que los sistemas inteligentes se hayan masificado y su buen funcionamiento, uso de datos, estandarización, etc., estén descontrolados. Por descontado que algo que se puede volver tan habitual en nuestras vidas, hay que regularlo, y ya hay iniciativas, como la que inició la Casa Blanca en 2016 o la Unión Europea

Por lo tanto, y en resumen, es conveniente quedarse con las siguientes ideas:

1) La Inteligencia Artificial está aún muy lejos de los niveles de Hollywood

2) Hay que ser cautos de cara a su desarrollo y regular los sistemas inteligente

3) Ya hay muchos dispositivos con IA en nuestras vidas y están ayudando a resolver problemas.

Así que tranquilo, Elon Musk: no eres el único que tiene interés en regular la IA. Y, por supuesto, recuerda que los robots no son el nuevo lobo feroz.




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2/19/2017

La pregunta Naukas 2017: mi respuesta

Desde hace dos años, Naukas lleva a cabo entre los colaboradores de la plataforma una pregunta, con respuesta libre. Ninguno de nosotros conoce las respuestas de los otros. Es muy parecido a lo que popularizó Edge. Aquí tenéis las preguntas de otros años. 

La pregunta de este año fue: 

¿Cuál es el hecho más fascinante del Universo?

Y esta es mi respuesta.


Son indescriptibles las sensaciones que cualquiera de nosotros hemos tenido alguna vez al  contemplar las estrellas, y darnos cuenta de la gota en el océano que somos en el inmenso Universo. Mundos que se asoman a nuestras cúpulas celestes, y sin embargo, tan lejanos.

Uno de las realidades más sorprendentes para mí ha sido la gran capacidad de extrapolación a otros mundos de las leyes universales de la ciencia. Es decir, el ser humano es capaz de imaginar nuevos mundos y plantearse teorías sobre orígenes, funcionamiento o posible vida en los planetas a partir de las leyes que hemos deducido en el nuestro.

Los cuerpos celestes pueden estar a miles de años luz, tener atmósferas distintas, tener una masa planetaria mucho superior a la nuestra… pero se tienen que seguir cumpliendo las leyes de la Química y Física fundamentales, hasta que se demuestre lo contrario. Esa navaja suiza cósmica siempre me ha parecido una gran herramienta y un hecho sorprendente para poder imaginarnos y descubrir nuevas realidades, tan solo observando unos pocos datos desde nuestros telescopios o satélites.




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12/21/2013

2013, un año de lectura

En el blog no han tenido cabida  artículos de este estilo, en parte porque ningún año ha sido tan prolífico como éste en cuanto a literatura. Desde hace un tiempo, el libro que estoy leyendo (como medio de distracción) lo indico en el blog. En este articulo viene un listado de las obras que han ido saliendo y alguna pequeña opinión:

El Arca de la Alianza (Tudor Parfitt)
No me gustó mucho. Una novela con el Arca de la Alianza como argumento principal, en el que se investigan los orígenes y los movimientos de las civilizaciones en la época en la que se le perdió la pista.


Cisma (Jesús Bastante Liebana)
Entretenido. Es otra novela histórica en la que la ficción se cruza con la historia con la revolución de Lutero como hilo conductor. A mí, que me gusta la historia bien contada, no me disgustó.


El día que lloró Nietzsche (Irvin Yalom)
Una novela muy bien contada. Al principio un poco repetitiva, pero un final trepidante y que me entusiasmó. Es una novela histórica en la que las ideas y pensamientos de Nietzsche se mezclan con una historia ficticia. Recomendable.


Mala Farma (Ben Goldacre)
Ben Goldacre es uno de los grandes enemigos de las farmacéuticas y malas prácticas médicas. Este libro era una secuela esperada de su libro Mala Ciencia, el cual tuvo mucho éxito. En este sin embargo, ha empeorado un poco en mi opinión, y os recomiendo leer las reseñas de otros blogueros para entender lo que quiero decir.


Tercera Revolución Industrial (Jeremy Rifkin)
En general no me gustó y no comparto mucho sus ideas. Son un poco idealistas, y tampoco me gusta su estilo de transmitirlas en el libro. @elbuhodelblog me dio alguna idea extra sobre este autor, y yo hice mi reseña aquí.


Muy bueno, y para hablar con propiedad del tema de seguridad informática, conocer su espíritu e historia original, y entender algunas cosas de la industria digital de hoy en día. Hice reseña aquí. Me llevó bastante tiempo y la lectura es bastante densa, es como un libro de consulta.


When the lights went out (David Nye)
Un libro atípico. Creo que con este comenzó mi tendencia de este año de leer libros con tinte didáctico. Este libro sorprende un poco, y habla sobre todo de los efectos sociales y políticos que tenían los apagones. Está muy centrado en los Estados Unidos, y echo en falta detalles técnicos sobre el por qué de los apagones. De lo más curioso del libro es la percepción socio-económica de la electricidad y cómo ensayaban las ciudades con apagones para defenderse de ataques aéreos. Me esperaba otra cosa.


Cuando la criptografía falla (Arturo Quirantes)
Un gran libro, obra de @elprofedefisica. Explica con rigor y gran amenidad conceptos de criptografía a lo largo de la historia, cómo está cifrado el móvil y otras comunicaciones, qué debemos de considerar seguro y qué no, la máquina Enigma de la IIGM y un sinfin de buenas historias.


El cisne negro (Nicholas Taleb)
Este libro me lo recomendó @edocet, se lo escuché también a @medicorazon y me lo regaló @omalaled :-). Es uno de los libros que recomendaría como lectura obligatoria. Explica el concepto de cisne negro, que no voy a desvelar aquí, y aunque los últimos capítulos sí que son muy repetitivos, el libro me gustó.


Rumbo al Cosmos (Javier Casado)
Este libro es gratuito, y repasa historia, técnica y política espacial de una manera muy entretenida y técnica. Habla de las órbitas de los satélites, presupuestos, problemas a la hora de lanzar un cohete... un libro totalmente recomendable para quien se quiera iniciar en la astronáutica.


España contra pronóstico (Miguel Ángel Aguilar)
Este libro no me gustó mucho, y son básicamente una descripción de hechos históricos desde la Transición española hasta nuestros días para explicar cómo estamos hoy. Sin embargo, el libro es totalmente subjetivo y sesgado a las ideas del autor. Es como un editorial de periódico muy largo.


La costilla de Dios y otros relatos del final (Miguel Santander)
Ciencia-ficción de la buena, a cargo de @migusant. Hablé de ello aquí.


La vieja guardia (John Scalzi)
Es otro libro de ciencia-ficción. John Scalzi es un autor clásico, y el libro me gustó. Trata sobre la raza humana y la necesidad de ir a conquistar otros planetas antes de que nos conquisten a nosotros. @inerciacreativa me lo recomendó y no se ha equivocado.


Breve historia de la incompetencia militar (Ed. Strosser, M. Prince)
Uno de los mejores libros que he leído. Trata sobre distintos conflictos bélicos y las decisiones y estrategias estúpidas que hubieron, tanto desde el punto de vista político como el militar. Como hay un montón de batallas, da igual por cuál se comience o por cuál se termine. Buen libro.


¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? (Antonio Martínez Ron)
Espero que hayáis pedido este libro del amigo @aberron, cuyo período de crowdfunding terminó esta semana. Yo leí una versión que puso a la venta en septiembre en Naukas Bilbao, y ésta es mi reseña.


Un libro para releer. Es un libro bastante técnico, y la novedad es que representa uno de los primeros trabajos en los que se intentaron modelar ecuaciones para el planteamiento de la estrategia de combate. Es decir, una fórmula que te permita ganar batallas.


He leído bastante de ergonomía este año, pero destaco Cockpit: An Illustrated History of World War II Aircraft InteriorsFighting Cockpits 1914-2000: Design and Development of Military Aircraft Cockpits como recomendables para quien quiera aprender un poco de esta disciplina e historia.

En la mayoría de estas obras, me ha acompañado mi Kindle, y en otras, era ejemplar de papel. Tengo una libreta con muchos libros pendientes, algunos de los cuales espero conseguirlo en 2014, como:
- Neurociencia para Julia (Xurxo Mariño)
- Science of Mechanics (Ernst Mach)
- Crimen y castigo (Dostoiewski)
- Hacker épico (Alejandro Ramos y Rodrigo Yepes)
- Los Numerati (Lorenzo Martínez)
- Ronin (Francisco Narla)
- Los productos naturales, ¡vaya timo! (José Miguel Mulet)

y muchos más. Vuestras recomendaciones son bienvenidas.




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11/30/2013

Reseña de "¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?"

En la blogosfera, desde hace 10 años, decir @aberron significa decir que probablemente leerás una historia sobre ciencia que probablemente te sorprenderá. Así lleva haciéndolo casi a diario, principalmente a través de su blog Fogonazos, y ahora también a través de otros medios, como Quo, Jot Down, Libro de Notas o Yahoo.

En las últimas semanas, puso en crowdfunding una cuidada colección de algunas de sus mejores historias en el libro ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?



Si queréis conocer por qué unos pescadores sobrevivieron en un mar helado durante horas, y fallecieron de repente tras tomar una bebida caliente, o qué hacía la CIA en la época de la guerra fría con algunos magos y otras sustancias, o episodios curiosos con algunas cámaras de vigilancia de Londres, muchas anécdotas espaciales y fenómenos del cerebro que no os esperabais... no os podéis perder el libro. 

Al igual que la mayoría de sus historias, son textos cortos buscando siempre la sorpresa o el asombro del lector. Se intenta demostrar que no hace falta buscar misterio en historias inventadas, sino que la ciencia está llena de misterios que tenemos a nuestro alcance. Eso sí, con garantía de rigor científico.

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11/17/2013

Reseña de La Costilla de Dios

El último libro que he leído ha sido La Costilla de Dios, del bloguero de ciencia y autor de literatura de ciencia ficción, @migusant (alias Miguel Santander). Por si no fuera poco, Miguel es astrofísico, y sin lugar a dudas que eso se ha notado en su obra.


La Costilla de Dios es una historia las sociedades, dioses, deidades y cómo representan a los distintos pueblos, a menudo como símbolos bélicos. Es una historia que se lee bastante rápido, y sobre todo me ha llamado la atención el estilo literario, que sorprende un poco y busca la complicidad del lector, como a estar atento a las relaciones entre los distintos personajes o a los flashbacks en el tiempo.

La Costilla de Dios no es la única obra que está incluída, sino que tal y como se lee en la portada, hay otros relatos del final, entre los cuales hay historias de abandonos de hijos, ficción para crear una raza superior, científicos locos o viajes a Marte desde un punto de vista muy humano (la que a mí más me ha gustado). Eso sí, la mayoría de ellas salpicadas de distintas teorías que sí que tienen base científica real.

En resumidas cuentas, os la recomiendo a todos los amantes de la buena lectura y aficionados a la ciencia-ficción.
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7/02/2013

Webs de los bancos

Recientemente me di cuenta del siguiente fenómeno gracias a familiares y compañeros de trabajo mayores que yo. Continuamente nos están hablando de la comunicación, de que Internet es el futuro, de que Internet desde dispositivos móviles cada vez está obteniendo más tráfico, del poder de las redes sociales. Parecía que en este punto todavía había capacidad de elección. Es decir, había posibilidad de no sumergirse totalmente en este mundo.

Sin embargo, recientemente me transmitieron su preocupación gente corriente que se sentía muy incómodo e inseguro por la necesidad y obligación de aprender a usar la web de su banco, y perderse totalmente en ella. La necesidad se debía a que cada vez más entidades bancarias no permiten hacer ciertas operaciones cuando a nosotros nos apetece, sino en un horario y días determinados. Por ejemplo, para realizar transferencias, o para extraer dinero, o para alguna otra operación (varían según distintas entidades). Por lo tanto, estos clientes se sienten obligados a aprender a usar la web para poder gestionar su dinero cuando ellos lo necesiten.

Sin embargo, estas webs suelen ser muy poco amigables o ergonómicas. Lo que en inglés se conoce por user-friendly. Actualmente, según me comunicaba ADICAE:



Se trata de normas de transparencia y términos financiero-legales para que la validez de la operación realizada a través de la web sea legal.

Las razones que se me ocurren para que una persona prefiera usar la banca online a la sucursal pueden ser varias,  como:
- gran cantidad de operaciones financieras, y no desea ir al banco cada dos por tres.
- no pagar comisiones, según en qué servicios
- desconfianza del asesor personal de la entidad financiera, y grandes conocimientos para elegir productos bancarios a su criterio.
- no disponibilidad de tiempo

Una gran preocupación de los bancos es la protección de datos de sus clientes y que no haya vulnerabilidades informáticas por las que les puedan atacar. Creo que se pondera por encima de la usabilidad, por razones obvias. Hoy en día de hecho, eso se cumple muy satisfactoriamente, y la mayoría de los robos de dinero ocurren a través de técnicas de phishing que les hacen a los clientes. Para combatirlos, normalmente las entidades bancarias cuentan con unos seguros para que en la mayoría de las ocasiones, el dinero les sea devuelto a las personas estafadas, si se demuestra que han sido víctimas de un engaño.

Volviendo al hilo de la usabilidad, una de las mayores dificultades para avanzar en esta materia es la dificultad para reglarla y evaluarla. Como máximo existen algunas recomendaciones. Éstas no solo se aplican a webs bancarias, sino a otros productos más cotidianos como paneles de instrumentación de los coches, por ejemplo.



Un estudio muy recomendable que se hizo al respecto es éste, titulado La experiencia del usuario en la banca online españolaEl informe data de 2001, y ya ha llovido, pero especifica bastante claramente los criterios de usabilidad a tener en cuenta.. Entonces, el conjunto de las entidades analizadas sólo cumplían un 52% de los criterios evaluados en el estudio. De hecho, recoge la necesidad de mejorar estos aspectos de las webs de cara hacia la usabilidad. Al problema de la poca amigabilidad hemos de añadir el gran desconocimiento de economía financiera de la población general. Es decir, en general se saben hacer operaciones básicas, como transferencias, pagos, consulta de saldo, pero para otras operaciones más complejas de inversión tendemos a fiarnos de lo que nos dicen en la sucursal.

Voy a intentar demostrar con un ejemplo los problemas de usabilidad de los que hablo:

Buscador de fondos de inversión del Banco Santander


Podéis ampliar sobre la imagen para verla mejor, pero querría llamar la atención sobre la escasez de criterios de búsqueda. Los únicos campos de entrada son los que aparecen en la parte superior (Tipo y Nombre). En el Tipo yo he elegido al azar F1, Renta fija euro, y me aparecen esos resultados. Sin embargo, para que sea usable, creo que se debería de añadir más criterios de búsqueda, como el tipo de interés, plazo del fondo, inversión mínima, si tiene o no ventana de cobro. De la manera que está, si queremos saber esos datos, hemos de seleccionar uno a uno cada fondo, lo cual no es muy ágil ni eficiente.

Otros problemas derivados de una incorrecta aplicación de la ergonomía son:
- no saber exactamente en qué menú o pantalla estamos en cada momento.
- dificultad con el tamaño de letra.
- dificultad o botón de cerrar sesión en un sitio no apropiado
- explicaciones sintéticas sobre distintos productos bancarios.

Si alguien conoce algún otro problema, le invito a enviarla a este post.

La banca online funciona en España desde 1999 y hoy en día otros países de la UE nos sacan mucha ventaja en este hábito, pero el sector de la población que acude a este servicio está claramente diferenciado (infografía). A pesar de que ya hay menciones anuales a mejores bancos online, personalmente considero que no se está haciendo lo suficiente. Tal y como sostiene este artículo, la banca online se usa a menudo para reducir costes, instalaciones y horas de personas en las correspondientes sucursales. Lo cual es una buena idea siempre que se haga bien la plataforma web.

Por supuest, otros grandes problemas de los sitios online bancarios es la protección de datos, descarga de tus datos en forma de Excel chapuceros, aparición de metadatos indeseados en algunos documentos, y problemas de phishing, previamente mencionados.

Parece que el derecho digital ha sido abarcado principalmente por la privacidad de datos, neutralidad de la Red y propiedad intelectual de las distintas obras. Sin embargo, sospecho en unos años comenzará a hablarse con fuerza de todo esto.

Esta entrada no tiene fines de denuncia al sistema bancario, sino una pequeña entrada sobre usabilidad web y una reflexión sobre la necesidad de hacer los servicios online de muchos servicios más amigables de cara a su masificación en la sociedad.


En este artículo, intervino @eztabai en su realización.
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6/16/2013

Hackers, Heroes of the Computer Revolution

El último libro que he leído ha sido Hackers: Heroes of the Computer Revolution, el cual tiene hasta su propia entrada en la Wikipedia. Antes de leerlo, pedí la opinión hace tiempo a @wicho, coautor de Microsiervos.


Se recomienda leer en su versión original, en inglés. El libro describe la historia de los hackers: cómo surgieron, sus motivaciones, métodos, tareas que llevaban a cabo o lugares emblemáticos. Es muy descriptivo, lo cual puede llevar a hacer el libro un poco pesado. No obstante, tiene unas 520 págs que a mí no me fueron tan fáciles de leer. No hay diálogos, ni conclusiones, simplemente es una especie de libro documental muy bien hecho. La veracidad y detalle de los datos yo los tengo lejos de toda duda. Aunque ya digo, en ocasiones pecaba de sobreabundancia de datos, o de pasar demasiadas páginas del libro hablando de una misma persona, o empresa, o movimiento social. El final del libro, con las notas personales del autor y una mirada retrospectiva desde 2010 a todo lo que han sido las décadas anteriores, es sensacional.

No obstante, es bueno leerse el libro un poco más rápido de lo que hice yo, ya que al fin y al cabo, cada uno de los capítulos describe una década o época, desde los 60 hasta los 90. La historia de los primeros pioneros en la informática no me pilla de sorpresa, ya que llevo leyendo sobre ellos mucho tiempo. Al que no haya hecho eso, podrá leer cuáles son los orígenes de Apple, quienes fueron los primeros hackers que quisieron sacar rendimiento económico de sus aficiones, cómo se consideraban puros, o habla de la mítica empresa de juegos de ordenador, Sierra, cuyo juego más importante para mí ha sido el Empire Earth. También queda claro que un ciberdelincuente o alguien que tumbe un sistema en nombre de Anonymous, no es un hacker. Un hacker es alguien que no para de investigar las tripas de un sistema, intentando hacerlo mejor, que funciona de una manera óptima, por el simple hecho de conocer y dominar la tecnología.

Por supuesto, el libro está salpicado de nombres que todavía hoy en día recordamos, como Marvin Minsky, John McCarthy (recientemente fallecido), Steve Jobs, Wozniak, Bill Gates, Captain Crunch (hombre que comenzó hackeando el teléfono por silbidos), y otros no tan conocidos. El párrafo que más me ha gustado del libro, es el siguiente.



I think that hackers—dedicated, innovative,
irreverent computer programmers—are the
most interesting and effective body of
intellectuals since the framers of the U.S.
Constitution . . . No other group that I know
of has set out to liberate a technology and
succeeded. They not only did so against the
active disinterest of corporate America, their
success forced corporate America to adopt
their style in the end. In reorganizing the
Information Age around the individual, via
personal computers, the hackers may well
have saved the American economy . . . The
quietest of all the ’60s sub-subcultures has
emerged as the most innovative and powerful.
—Stewart Brand
Founder, Whole Earth Catalog





Los hackers se clasifican en tres generaciones a lo largo de la historia:

Hackers de la primera generación
Los hackers surgieron en el MIT. Son amateurs, investigan las tripas de los sistemas, intentan entenderlos y mejorarlos. Entre 1964 - 1970 aproximadamente.

Hackers de la segunda generación
En esta época, la informática comienza a extenderse, y cada vez más personas intentan convertirse en hackers, y a hacer programillas por ellos mismos, pequeños programas. El hacking sale del MIT a la calle, y se empiezan a formar comunidades. Entre 1970-1975 aproximadamente.

Hackers de la tercera generación
Hay tanta gente haciendo programas gratuitos y con tanto talento, que algunos hackers como Bill Gates, Jobs y otros de menos renombre, deciden explotar económicamente esto. Comienzan a haber empresas, se dan cuenta de que a pesar de ser una empresa de hacking, no pueden vivir sólo "jugando con su imaginación", sino que hay que lograr vender, y para ello, se empiezan a poner trabas a la copia y a la propiedad intelectual. De 1975 en adelante.


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5/17/2013

¿Apostamos por la eficiencia de los motores de combustión?

Hace ya unas cuantas semanas, intercambié algunas opiniones con la gente de la recomendable web Nergiza sobre el problema de las emisiones de CO2 del sector del transporte y el problema de los combustibles. El motivo era si merece la pena apostar por mejorar la eficiencia de los motores de combustión y seguir pagando la I+D a centros tecnológicos, universidades y empresas que tratan de mejorarlos. ¿Es la mejor opción hacer una rápida transición hacia el motor eléctrico, que tienen mejores rendimientos en carretera que los motores tradicionales? Esta es la entrevista que salió como resultado, junto al también divulgador @migusant.



Mi opinión es que todavía existe recorrido hacia una mayor eficiencia de los motores de combustión. Se están incorporando al mercado distintas tecnologías que están reduciendo tanto las emisiones como el consumo de combustiblestop&startdesactivación de cilindrosneumáticos eficientesturbocompresor de geometría variable y el downsizing o miniaturización de motores, por mencionar algunos de los que se me vienen a la cabeza.

Por lo tanto, se está investigando. ¿Es bueno? En mi opinión sí. Claro que hay un límite técnico y físico que no se puede superar. Tradicionalmente las máquinas térmicas tienen rendimientos bastante malos. Sin embargo, distintos estudios demuestran que el estilo de conducción puede mejorar mucho el consumo de combustible, y por lo tanto, las emisiones. Uno ejemplo es este artículo científico, o este otro, que calculó para un modelo concreto un ahorro del 33% mejorando el estilo de conducción, sobre todo en regímenes transitorios de conducción. 

Hemos de ser conscientes de que los fabricantes de automóviles son uno de los mayores tractores de la industria de los países, de la que dependen miles de personas y centenares de empresas proveedoras o de otro tipo. Por lo tanto, no les hace ni pizca de gracia perder pasta o hacer grandes inversiones de dudosa o larga rentabilidad. Según un estudio de SEAT, se tardaría entre 5 y 9 años amortizar el coche eléctrico en las condiciones que se dan en nuestro país. ¿Creemos que ahora una gran marca se puede permitir esa inversión? Tampoco hay muchas ayudas para los usuarios para adquirir vehículos de este tipo. ¿Eso significa que estamos a merced de los fabricantes, que existe la tecnología y que no les da la gana de sacarla al mercado? Es posible que SÍ sea ya posible fabricar coches eléctricos, pero no es la mejor idea por estas razones económicas que he citado, porque los fabricantes todavía no tienen una gama tan completa como en combustión que se adapte a las distintas necesidades de los clientes y porque todavía no está la infraestructura tan desarrollada como haría falta.

Los distintos gobiernos, gracias a medidas como la normativa de límite de emisiones, obligan a los fabricantes a ser más eficientes en último fin. Actualmente, la directiva vigente hasta 2015 persigue una emisión media de vehículos nuevos de 130g/km, o lo que es lo mismo, unos 5'6l/100km, tanto para diesel como para gasolina. Posteriormente se han marcado distintos hitos más ambiciosos, como el de 2020. Los 130 g/km es la cantidad a partir de la cual se imponen multas a los fabricantes, ya que el objetivo real es 120 g/km, a conseguir mediante otras mejoras tecnológicas y el creciente uso de biocombustibles sostenibles. Ojo, que esto no significa que ningún coche pueda superar esta cantidad de emisiones, sino que la flota nueva media de un fabricante no puede pasar de ese valor. Y todavía habría holgura.

Por supuesto, otra posible vía para hacer que los fabricantes se aprieten el cinturón es a través de las ayudas públicas, las cuales son en esencia un intervencionismo político en las empresas.

España cuenta con uno de los mejores centros de investigación en motores de combustión, y os aseguro que no está falto de trabajo: se trata del CMT en Valencia. Por otro lado, los fabricantes no pueden esperar hasta que el coche eléctrico esté totalmente implantado para empezar a fabricarlo, ya que para entonces será muy tarde, tal y como decía @guillealfonsin al final de esta charla, tal y como ocurrió con las locomotoras: desaparecieron la mayoría de empresas que siguieron apostando por el vapor y no por la electricidad.

Un estudio que me convenció y reafirmó mi opinión de que todavía nos queda para la masificación de vehículos eléctiricos, es un informe de KPMG de comienzos de 2013. La siguiente predicción la encontré en el blog de @tgacebo y muestra las espectativas de The Economist con la penetración de los distintos tipos de vehículos según el tipo de motor.


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3/26/2013

Reseña de la Tercera Revolución Industrial

Tras un tiempo, vuelvo a hacer reseñas en el blog, y el libro elegido ha sido La Tercera Revolución Industrial, de Jeremy Rifkin.


El título prometía, y mucho. Además, la Tercera Revolución Industrial es un concepto que no sólo se usa en este libro, sino que hay he visto a Sala-i-Martin hablando de ello, o en distintos medios de comunicación, el cual os recomiendo ver como introducción, y es que el enfoque del economista catalán no tiene nada que ver con el que hace Jeremy Rifkin

Este autor es famoso por defender a ultranza la economía basada en el hidrógeno. La crisis que estamos viviendo ahora, según él, responde al decaimiento del petróleo como fuente de energía. El tipo de energía, contaminante, en poder de unas pocas manos, no renovable, etc, es un modelo que afecta a la economía. Crisis como la que estamos viviendo vendrán, mientras que no cambiemos este modelo según él. La revolución industrial la sostiene en 5 pilares fundamentales, en la que el tercero es el uso del hidrógeno. Rifkin basa su movimiento en un uso distinto de la energía, en el que las personas se produzcan su propia energía, de manera que cada unidad familiar, cada planta productiva, cada centro de ocio se autoabastezca, y que si hay un excedente de energía, se comparta a la red, de manera solidaria. Esto contribuiría a reducir la factura de la luz, a incrementar el uso de las energías renovables y a reducir drásticamente las emisiones de CO2.

El problema es que el autor no dice ni una palabra de cómo piensa hacer esto técnicamente. Reconozco que puede ser un deje profesional mío, pero me parece una idea feliz sobre el papel, pero que hay que ser capaz de industrializarla. El smart grid, la red inteligente que se plantea en la actualidad no es tan ambiciosa como plantea Rifkin. Él dice que es clave el uso de contadores electrónicos en los hogares para este nuevo reparto de energía. Ahora mismo, el fin principal para hacerlos electrónicos era para conseguir hacer un telecobro, es decir, para que no vaya una persona a ver el contador in situ.

Otro problema que le he visto al libro es que relaciona varias tendencias que se están dando hoy en día en distintos ámbitos, como el planteamiento de un nuevo sistema educativo, una nueva manera de hacer política, alianzas empresariales, comportamientos digitales y modos de relacionarse de la gente... con su tercera revolución industrial. En mi opinión, estos hechos se están dando a la vez, pero no necesariamente por las ideas de Rifkin. Son coincidentes en el tiempo, pero no responden a la misma necesidad.

Además, el estilo de escritura me parece bastante prepotente, ya que el autor habla en primera persona y habla de los numerosos líderes políticos con los que se ha reunido y lo bien que les ha sentado sus ideas. En ningún momento habla de los contras. La economía basada en hidrógeno es un error, ya que este elemento no es una fuente energética, sino un vector energético. Cuesta más energía procesarla, que la energía que nos proporciona a continuación.

Ha habido un capítulo que me ha llamado poderosamente la atención, y era una descripción cronológica a lo largo del tiempo de cómo los economistas han intentado basar sus modelos en la física newtoniana (acción-reacción), o incluso termodinámica, basándose en la entropía y la generación de transformación de energía.

Por otro lado, no estoy tan convencido de que el petróleo tenga un fin próximo. Según parece y me chivó un Búho, el petróleo extraído de arenas bituminosas y del fracking está resultando de una calidad superior a la que se esperaba, y se espera que empiecen a explotarlo en Polonia y Estados Unidos intensamente a corto plazo, y se están modificando las leyes para ello (fuente 1, 2, 3) y Obama presume de sus ventajas. No quiero decir que esto sea bueno o malo, sino que unas megaempresas han decidido seguir haciendo dinero. Un blog que habla de esto y más cosas de manera rigurosa, a mi entender, es http://crashoil.blogspot.com.es/.


ACTUALIZACIÓN (18 junio 2013)
Tras una pequeña charla con un investigador en electricidad y automatismos, he conocido que el Gobierno Español publicará en breve un nuevo Real Decreto de Balance Neto. Éste está relacionado con el modo en que los hogares compartirán energía.
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