Es posible que alguno de los lectores del blog haya descubierto que soy gran aficionado a la Formula1, y si aún le ha picado más la curiosidad, quizás haya descubierto que frecuentemente escribo artículos sobre esta categoría de Automovilismo en el periódico
Noticias de Gipuzkoa. Llevo colaborando desde julio 2010, y en este tiempo, aparte de mis habituales artículos de los martes post-carrera, he tenido la oportunidad de realizar 3 entrevistas: a
Joan Villadelprat (director de la escudería vasca Epsilon Euskadi), a
Jon Fernández de Antona (joven ingeniero con mucho futuro en el deporte de competición) y a
Xevi Pujolar (ingeniero de pista de Pastor Maldonado en AT&T Williams).
Hoy es vengo a escribir cómo fue el viaje e impresiones de mi visita a la fábrica de la escudería Williams, donde tuvo lugar la entrevista a Xevi Pujolar el 24 de octubre pasado.
Williams es un equipo inglés con sede en Grove. Para llegar ahí, cogimos un tren desde la estación londinense de Paddington hasta Oxford (aquello parecía el expreso de Hogwarts, íbamos rodeados de estudiantes uniformados y muchos trabajadores). Tras una hora de camino, fuimos en taxi hasta Grove, que está a una media hora de Oxford, a 20 millas de distancia. El taxista fue muy amable y se ofreció a recogernos cuando termináramos la visita. Llegamos a las 9.45.
El complejo de Williams F1 está compuesto por varios edificios de dos o tres pisos como mucho alrededor de un parking y de un jardín donde se puede ver la siguiente figura, y edificio.
Habíamos apalabrado visitar las instalaciones y museo de la escudería, detalle que me parece un LUJAZO. Este coche de 2010, que puntuó en el GP de Valencia se puede ver en la entrada.
Y sobre él, está colgado este coche, de
Nigel Mansell.
Una de las encargadas de relaciones con la prensa es Sophie Eden (
aquí en twitter). Esta labor la lleva junto a Claire Williams, hija del fundador de este mítico equipo, Sir Frank Williams.
Al principio, nos llevaron a mi compañero y a mí a una sala de proyecciones donde nos sentamos en pequeñas sillas que parecían setas. De repente, apagaron las luces y rodeados de un ambiente con algunas luces de neón, nos proyectaron
un vídeo espectacular de unos 5 minutos sobre los momentos más gloriosos de la escudería. No había voces. Sólo música, sonido de motor, algo de texto por la pantalla y acompañado de música épica estilo X-Ray Dog, Two Steps From Hell, de la que yo escucho muy habitualmente. No tengo palabras. El vídeo logró emocionarme, y cuál fue nuestra sorpresa,
que tras el film, la pantalla de cine se abre como una puerta y tras ella está el museo del equipo. Este museo es el sitio más noble de todo el complejo de edificios, y las grandes entrevistas de televisión y anuncios se suelen hacer desde aquí.
En ella hay 42 coches, tal y como salieron del circuito, aproximadamente cada uno de un año. La mayoría de estos coches ha pasado el mantenimiento, y si les echan gasolina y ponen a punto, son capaces de competir como antaño. Hecho que en ocasiones han tenido que hacer, sobre todo en exhibiciones.
Los coches están distribuidos sobre un estrado de un escalón de altura. Nos acompaña Sophie en la visita mientras vemos 5 vídeos que están repartidos por el museo y que explican la historia de los coches que hay alrededor de la pantalla. Se ve a Senna, Keke Rosberg, Nigel Mansell, Alan Jones... fue precioso. La sala era enorme y con luz de ambiente baja, para darle un halo de prestigio y majestuosidad al entorno. Resulta curioso que en un vídeo explican el choque de
Schumacher 1994 en Australia con Damon Hill, y otro con
Jacques Villeneuve en 1997 en Jerez. Resulta curioso que el vídeo dice una frase "esta vez Michael Schumacher no lo consiguió". Totalmente parcial, ¡jajaja! Aquí tenéis un
vídeo del museo que he encontrado en el Tubo.
En este museo también se puede ver el FW08B, el coche de 6 ruedas que desarrolló esta gente.
Tras el museo, vimos otras salas, como una de piezas fabricadas del coche, otros trozos rotos de monoplazas (se podían levantar alerones y ver lo ligeros que son), una sala de trofeos (Frank Williams iba carrera a carrera, nunca pensó en que su sueño llegaría a esto, y no guarda muchos trofeos).
Tras la parte de museo, donde podíamos sacar libremente fotos, nos dejaron ver la fábrica. Está inmaculada, no exagero. Sobre todo vimos las máquinas de mecanizado que tienen, las cuales está controlada por un operario cada una, y algunos por trabajadores muy jóvenes. Las piezas defectuosas están marcadas y separadas de las piezas buenas. En las malas, una marca de rotulador indica dónde está la imperfección. A continuación, también se pueden ver el departamento de materiales, donde se ve a la gente con bata blanca trabajando con la fibra de carbono. Esta fibra está enrollada, como si fuera tela, y varía de color para indicar las distintas densidades de cada rollo. En otro lugar de la fábrica están los coches de Pastor y Rubens Barrichello, en la misma posición que están en los boxes durante la temporada. Y es que los coches son iguales a excepción de los distintos reglajes que elige el piloto (grado de subviraje, por ejemplo), y los mecánicos no sabrían cuál es de quién si no los tuvieran exactamente igual que en los garajes de los circuitos.
Durante la entrevista a la fábrica íbamos preguntando muchas cosas, y Sophie Eden nos atendió fenomenalmente en todo momento. Lamentablemente, no pudimos conocer a Frank Williams. Se encontraba fuera. Es digno de mencionar que nos dijeron que gran parte del día este señor se pasea por la fábrica y pregunta qué tal a los trabajadores, se interesa uno a uno por su trabajo, les conoce a todos por su nombre... y esto lo hace tres o cuatro veces al día. Un GRAN jefe. A la tarde, tuvimos la entrevista con Xevi Pujolar. La zona de despachos tienen en la puerta inscritos sobre una placa nombres de curvas. La nuestra, se llevó a cabo en Eau Rouge. Eso es otra historia que podéis leer en los enlaces de arriba.
Habrá más entrevistas, seguro. Ya he comenzado a gestionar alguna más, pero la impresión que me llevé de esta, es impagable. De veras.
Cosas que me llamaron la atención:
- Según nos contaron, no era tan habitual que dos periodistas visitaran las instalaciones y se tomaran el trabajo que nos tomamos nosotros en preparar el día.
- A los ingenieros de F1 creo que en el fondo les gusta que les pregunten por cuestiones técnicas, como fue nuestro caso, y menos por el prensa roseo de los pilotos.
- El modo de trabajar en la fábrica es a correturnos, es decir, tres turnos de 8 horas. Supongo que este criterio sólo se podrá aplicar a puestos de producción y no de dirección deportiva, pero desmitifica un poco el hecho de que todo el mundo en F1 está estresado.
Agradezco también a
BoxGP, quien realizó un resumen de mi entrevista que se puede leer
aquí.