En el siguiente vídeo se puede ver una comparación de la seguridad entre un coche de 1959 y otro de 2009. Están inspirados en el frontal crash test del test EuroNcap, donde un vehículo impacta frontalmente y vemos cómo se deforma.
La moraleja es que no siempre se han deformado. Hace 50 años, los fabricantes estaban convencidos de que cuanto más rígido fuese un coche, mejor aguantaría los impactos. Hoy en día eso es inadmisible, los vehículos para ser homologados han de demostrar que se deforman plásticamente en un choque. La ciencia que hay detrás de esto es que la energía que se libera en un impacto se disipe mediante la deformación de la chapa y plástico de los coches. Sin embargo, en los años 50 y 60, la energía no se disipaba por deformación casi de tan rígido como era el coche, y todo exceso se lo llevaba el conductor en sacudidas o se deformaba lo que no tenía que deformarse, como el habitáculo del conductor.
Por último, el siguiente vídeo llegó a ser un vídeo promocional de Mercedes, y entre el 23'' y el 36'' se puede ver el concepto que tenían los alemanes de seguridad por entonces.
Me ha encantado el post, muy bueno!!
ResponderEliminarSigue así, que yo ya te leo casi todos los días.
Muchas gracias! Palabras como las tuyas son las que me animan a seguir posteando, gracias de veras. Espero no defraudar con los posts.
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